Para el entrevistador es importante estar atento a su lenguaje no verbal, sobre todo, ya que difícilmente incurrirá en aplicar castigos de manera consciente al cliente.
Ignorarlo, dejar aparecer gestos o actitudes de desagrado, en general pueden resultar agresivamente castigadores para el cliente y provocar respuestas negativas de su parte que queden fuera de control para el entrevistador.
Es sorprendente cómo se puede modificar la actitud de ambos, cuando los gestos no son cordiales. |
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