viernes, 15 de abril de 2011

ALGUNOS DATOS SOBRE CÓMO ESCUCHAR

La velocidad con que se habla es, en promedio, entre cien y ciento cincuenta palabras por minuto.  Sin embargo, el cerebro maneja palabras que forman la base del pensamiento a una velocidad de relámpago.  La diferencia entre las velocidades de pensar y de hablar indica que nuestro cerebro trabaja con cientos de palabras además de las que escuchamos.  Estas forman en el proceso de escuchar, pensamientos adicionales, podemos escuchar y todavía nos sobra tiempo para pensar.

El empleo que damos a este tiempo que sobra determina, hasta cierto punto, la eficiencia con que escuchamos.  La mayor parte de la gente se distrae y deja vagar sus pensamientos en lugar de escuchar.  Por eso no es extraño que muchas pruebas hechas inmediatamente después de haber escuchado a otra persona muestren que nos acordamos apenas de la mitad de lo escuchado, pese al cuidado que creamos haber puesto al escuchar.  Dos meses después de haber escuchado algo, el oyente medio se acuerda del 25% de lo que se dijo.


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